📍 C/ Major de Sarrià, 105

Nomo Sarrià

Nomo Sarrià es la solución perfecta para el déficit culinario que sufría el barrio, la falta de fusión entre la gastronomía japonesa y mediterránea. El chef Naoyuki Haginoya es un experto en la fusión japocatalán y no tiene reparos en utilizar este término, a pesar de su impopularidad actual. Haginoya es uno de los pocos cocineros asiáticos que realmente comprende la cultura culinaria de Cataluña, lo que se refleja en sus platos, como los ‘makis’ de carabinero, que se terminan con el jugo de la gamba, y el ‘tataki’ de salmonete, que se presenta de manera impresionante como un pescado entero. El sushi es de alta calidad y el restaurante se encuentra en una casa catalogada del siglo XIX en Major de Sarrià, donde los comedores se asemejan a las habitaciones, lo que añade un valor extra a la experiencia gastronómica.

📍 C/ dels Tallers, 48

Majide

Majide es la vuelta a los orígenes del chef Hideki Matsuhisa con su nuevo restaurante, una fina ‘izakaya’ japonesa llamada Shunka. Con una mesa comunal, una barra y mesitas iluminadas, Majide ofrece una experiencia culinaria única con platos que combinan la cocina nipona y catalana, como las ‘espardenyes’ con ‘shisho’ y la ventresca de atún con erizo y huevas de salmón.

📍 Avinguda de la Riera de Cassoles, 3

Hitsumabushi

Si buscas la auténtica simplicidad del sushi de calidad, no puedes perderte Hitsumabushi. Este restaurante fue inaugurado en 2018 por Nobuyuki Kawai, quien trabajó como jefe de cocina en Yashima durante doce años y ha estado haciendo sushi desde los 16 años en la lonja de Tokyo. Junto a su esposa Yukiko, han creado un lugar de austeridad espartana donde solo trabajan dos personas, pero donde se sirven cortes tan exquisitos que incluso los hermanos Torres son clientes habituales. El plato estrella de la casa es la anguila con arroz, que se flamea con maestría y da nombre al restaurante. Ofrecen un menú de mediodía a un precio asequible, sin embargo, no esperes ahorrar dinero o comer a bajo costo en este lugar. Aquí se celebra lo mejor de la cocina japonesa y hay que estar dispuesto a pagar por los mejores productos del mar, como los erizos en temporada o un tartar de ventresca de atún increíblemente delicioso.

📍 Carrer d’en Copons, 7

Koy Shunka

La estrella Michelin otorgada al primer restaurante japonés en Barcelona es completamente merecida. La cocina es excepcional, pero lo que realmente destaca son los nigiris, preparados por las manos expertas de Hideki Mtsuhisa y servidos directamente a nuestra boca sin perder su temperatura ni sabor. Cada bocado en Koy Shunka es una ceremonia cuidadosamente controlada, desde el corte del pescado hasta la cantidad y textura del arroz. Este lugar es imprescindible para cualquier amante de la gastronomía japonesa.

📍 Carrer de Septimània, 36

Sensato

Sensato es un pequeño y minimalista bar de sushi con solo ocho asientos para servicio y vuelta catalana. Ryuta, el dueño, afirma que su menú de 22 pasos de tapas no solo incluye sushi, sino también delicias como ostras ahumadas y sopa de almejas. Él observa cómo comes y decide qué platos servirte, como su increíble nigiri de gamba con jugo de cabeza reducido y polvo crujiente de cáscara. Uno de los bocados más deliciosos es el gunkan de atún con huevo curado de codorniz. Ryuta no ofrece comida para llevar, ya que cree que cada segundo cuenta para mantener el sabor y la textura de sus platos. En resumen, Sensato es un lugar sensato para disfrutar de la mejor comida posible.

📍 Carrer de Regàs, 35

Uribou

Atsushi Takata es un verdadero innovador culinario que ha logrado fusionar la cocina japonesa con la catalana de una manera única. Desde que abrió su restaurante Icho en 2002, ha estado creando platos deliciosos que combinan lo mejor de ambos mundos. Aunque su restaurante Uribou es un referente en la escena gastronómica, Atsushi prefiere no etiquetarse y simplemente cocinar lo que le apasiona. En su nuevo local íntimo, ofrece un menú abundante que incluye tapas, platos de temporada y una selección de sushi y otras especialidades. Todo está preparado con una técnica delicada y un sabor excepcional, como su tempura de alcachofas con langostinos, que es una verdadera obra maestra culinaria. Si bien la cocina japonesa es muy amplia, Atsushi ha logrado crear sus propios platos únicos que son una delicia para el paladar.

📍 C/ d’Enric Granados, 55

Robata Sushi & Grill

Fabiola Lairet es una talentosa chef venezolana que se especializa en la preparación de sushi, habiendo aprendido los secretos del oficio de un maestro japonés en una escuela en California. Además, tuvo la oportunidad de perfeccionar sus habilidades en el restaurante de la familia del ‘sushiman’ en Kobe, Japón, lo que la convierte en una de las pocas ‘sushiwoman’ de la ciudad que ha aprendido el arte en su lugar de origen. En el restaurante japonés Robata, que ofrece opciones para toda la familia, podrás disfrutar de deliciosos platos de sushi, incluyendo los confiables ‘california rolls’, así como de pescados y carnes preparados en la tradicional brasa japonesa (‘robata’), con un toque catalán y latinoamericano. Y no hay que olvidar que la jefa de cocina cuida el atún rojo con una devoción que solo se compara con el amor de una madre por su hija.

📍 Carrer del Tenor Viñas, 4

99 Sushi Bar

La carta del restaurante 99 Sushi Bar ofrece una combinación de recetas japonesas tradicionales y platos innovadores que incorporan ingredientes locales. Entre mis elecciones se encuentran las deliciosas ‘gyoza’ de jabalí con cebolla caramelizada, queso de Arzúa y una infusión de castaña pilonga, un sashimi de ‘toro’ con ‘wasabi’ fresco, un ‘maki’ de cangrejo de concha blanda y un ‘Gunkan’ de erizo de mar nacional. La variedad de platos es amplia, desde las vieiras a la parrilla con salsa de ‘ume’ y ‘mentaiko’, hasta el ‘capumiso’ de soja fermentada con algas, trufa, cebolla tierna y espuma de tofu.

📍 Carrer dels Sagristans, 5

Shunka

Disfruta de la mejor cocina japonesa en vivo y en directo en Barcelona. Los chefs cortan el sushi con la precisión de autómatas y la elegancia de un samurai, creando una experiencia única en una de las barras de sushi más destacadas de la ciudad. Hideki Matsuhisa, el creador del Shunka (aroma de temporada en japonés), ha llevado el sushi a la alta gastronomía catalana. No te pierdas la oportunidad de reservar en la barra y disfrutar de un espectáculo visual y gustativo auténtico.

📍 C/ del Bruc, 79

Nobu Restaurant

Tras casi dos años de cierre, en el año 2022 se reabrió el famoso restaurante Nobu en Barcelona, propiedad del reconocido chef Nobuyuki Matsuhisa, quien es uno de los pioneros en la creación de la cocina de fusión asiática. Además, cuenta con la participación de Robert de Niro en su lujosa franquicia internacional. El restaurante sigue siendo espectacular, con unas impresionantes vistas de 360º desde la planta 23 del hotel del mismo nombre. Ahora, el chef encargado de la carta es el talentoso Sergi Martínez, originario de Madrid, quien tiene un gran margen de creación. Destaca especialmente su sushi estratosférico, elaborado con recetas propias y productos locales, como el delicioso ‘nigiri’ de ventresca de atún braseado con salsa ‘yakiniku’.

📍 Avinguda Diagonal, 557

Sakura-Ya

No estoy hablando de las típicas barritas de pescado, sino de Sakura-Ya una joya escondida en la Illa Diagonal: una barra de sushi que se encuentra en el centro comercial más antiguo de España. A pesar de estar ubicada en un centro comercial, esta barra de sushi es mucho más que eso. Es un lugar donde se puede disfrutar de sushi de alta calidad en un ambiente tranquilo y relajado. El personal parece estar completamente dedicado a su trabajo, y es evidente que los clientes vienen por el sushi, no por las ofertas de ropa interior. El maestro es japonés, lo que garantiza la autenticidad de los platos, y utilizan pescado mediterráneo siempre que es posible. En resumen, esta barra de sushi es una auténtica joya que merece la pena descubrir.

📍 Av. de Josep Tarradellas, 145

Yashima

En los años setenta, Yoshizumi Yamashita llegó desde Hiroshima a Barcelona para enseñar artes marciales, pero terminó abriendo un restaurante japonés. Hablando con él, pude comprobar que todos los buenos restaurantes japoneses de la ciudad tienen los mismos dos proveedores, y que él organiza una subasta entre los productos de alta calidad de ambos para asegurarse de que su sushi sea el mejor. En Yamadori, y en su restaurante Yashima, el sushi es tratado como un arte. Además, si reservas con el menú ‘kaiseki’, puedes tener todo un salón para ti y tus acompañantes.

📍 Carrer del Rec Comtal, 15

Nakashita

Escondido en la base del Arc de Triomf, el Nakashita logra ofrecer sushi de alta calidad a precios asequibles. El shushiman brasileño Marcio Araujo es el maestro detrás de este pequeño tesoro culinario, creando delicias como los gunkan con hígado de bacalao y sardina ahumada. Aunque no son innovadores extremos, la calidad y delicadeza de sus nigiris, especialmente el de toro, y sus creaciones como el sashimi de carabinero son indiscutibles y merecen ser probados.

📍 C/ Gran de Gràcia, 13

Nomo Gràcia

En el restaurante Nomo Gràcia podemos encontrar un ejemplo de fusión culinaria bien pensada y ejecutada. El ‘sushimaster’ Nao llegó a Barcelona con una mentalidad ortodoxa, pero los hermanos Molina lograron persuadirlo de las virtudes del mestizaje culinario. Según él, la cocina japonesa y la española comparten un gran respeto por los sabores y no los maltratan. Han creado platos deliciosos y únicos, como un nigiri flambeado de anguila del delta del Ebro que es simplemente espectacular, o un maki de langostino en tempura con salsa huancaína, un ingrediente típico de la cocina criolla de Perú, y olivada.

📍 Passatge de Lluís Pellicer, 20

Bun Sichi

Con veinte años de experiencia y un aspecto humilde, Bun Sichi es un verdadero pionero en la introducción del sushi en Barcelona. Takashi Komura, por otro lado, es un sushiman amable y nada severo, originario de Osaka, donde el pescado blanco es el protagonista. Esto se refleja en sus extraordinarios nigiris de dorada, aunque los de lomo de atún y caballa también son de los mejores de la ciudad. ¡No te pierdas el menú perpetuo por solo 23 euros, que incluye seis nigiris, seis makis y entrantes calientes! Y si quieres probar algo realmente especial, no te pierdas el oshi zushi, una deliciosa especialidad de arroz prensado en moldes de bambú con pescado variado.

📍 C/ dels Madrazo, 135

Nomo Galvany

En Nomo Galvany, la taberna japonesa del grupo Nomo, la mente maestra detrás de la deliciosa comida es Nao Haginoya. Tanto los expertos en el uso de palillos como los novatos pueden disfrutar de la amplia variedad de opciones de sushi y sashimi de primera calidad. Personalmente, me encantan los maki spicy tuna (con atún, salsa picante y lechuga) y los maki crispy toro roll (con ventresca de atún, piñones y salsa picante). ¡Una experiencia culinaria fantástica!

📍 C/ de Còrsega, 479

Fukamura

Daisuke Fukamura, conocido como el ‘sushimaster’, ha emprendido una nueva aventura en solitario en un restaurante japonés acogedor en Gracia. Su objetivo es volver a las raíces de la cocina tradicional japonesa, pero con un toque mediterráneo y un trato cercano con los clientes. Fukamura comenzó su carrera en Asakusasa, uno de los barrios más populares de Tokio, especializándose en sushi y platos calientes en el restaurante centenario Asakusa Sushi Sei. A pesar de haber dirigido restaurantes de gran capacidad, en su nuevo local solo puede atender a 18 comensales.

📍 C/ del Bruc, 79

Sato y Tanaka

Sato y Tanaka ha establecido un nuevo estándar en cuanto a la preparación de nigiri. Con solo dos barras y menos de 20 comensales, cada barra cuenta con un maestro de sushi diferente, creando una simetría perfecta. Los entrantes son rápidamente devorados, incluyendo el tofu de erizo, el hígado de rape y las sepias. Estos son el preludio perfecto para el plato principal: nigiri que parecen venir de otro mundo. Cada pieza es preparada con precisión milimétrica y no necesita ningún aderezo de soja. El nigiri de navaja es una locura, mientras que el de calamar es dulce como la miel. Los nigiri de toro y anguila son tan deliciosos que te harán llorar, y el de gamba roja (con la cabeza pulverizada por encima) es una rendición absoluta. Y no podemos olvidar el Gunkan de erizo, que te dejará con los ojos en blanco.