En el número 2 de nuestro listado nos encontramos con DelaCrem, un verdadero paraíso para los amantes del buen helado. Situada en dos de las calles más atractivas de Barcelona -Carrer d’Enric Granados, 15 y Passeig de Sant Joan, 59-, esta heladería es una parada obligatoria cuando los termómetros se disparan.
Pero, ¡un momento! Antes de lanzarte a por tu cupo de frescor veraniego en tarrina, ten en cuenta que puede que tengas que emplear algo de paciencia. ¿Por qué? ¡Porque la calidad de los helados de DelaCrem es tal que se forman colas que parecen maratones de urbanitas en busca de un poquito de cielo (refrigerado) en la boca!
Y aquí va un consejo de experto: si tienes alguna duda sobre la artesanía de sus helados, pide el de pistacho. Ni Hulk tiene un verde tan intenso como el que suelen lucir los helados comerciales. En DelaCrem, el color es natural, como debe ser. ¿Un helado de pistacho que no parece un chicle de los Picapiedra? ¡Eso es un sinónimo de calidad! Así que, pese a las colas, te aseguramos que la espera vale (y mucho) la pena.