Cómo ser un Restaurante Dog-Friendly

Adoptar una política amigable con los perros trae consigo una serie de ventajas: desde aumentar la afluencia de clientes, dado que los dueños de perros buscan lugares que acojan a sus compañeros, hasta mejorar la percepción pública del restaurante.

Además, facilita la creación de una comunidad de clientes leales y satisfechos que valoran la inclusión de sus mascotas en sus planes de ocio.

Para ser dog-friendly, es crucial conocer y adherirse a las normativas locales que regulan la presencia de mascotas en establecimientos de comida. Generalmente, se requiere que los perros accedan a áreas exteriores designadas, manteniendo una higiene rigurosa para garantizar la seguridad alimentaria de todos los comensales.

Implementar cambios físicos en el espacio es esencial. Esto puede incluir la instalación de barreras para delimitar áreas específicas para perros, así como asegurar un acceso directo desde el exterior a estas zonas, evitando el paso por el interior del restaurante donde se manipulan alimentos.

Ofrecer servicios específicos para las mascotas, como platos de comida y agua desechables, mejora significativamente la experiencia. Además, establecer normas claras para el comportamiento y la supervisión de los perros asegura una convivencia armoniosa entre todos los clientes.

La capacitación del personal en el trato adecuado con los perros y sus dueños es fundamental. El equipo debe estar preparado para gestionar diversas situaciones con profesionalismo y cuidado, desde la interacción básica hasta el manejo de incidentes.

Promocionar el restaurante como Dog-Friendly mediante estrategias de marketing específicas puede atraer a un amplio segmento de clientes potenciales. Eventos dirigidos a dueños de perros o promociones especiales son excelentes maneras de destacar y captar atención.